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Diciembre 8, 2010
DICIEMBRE 2010, No. 261

Mis sexenios (33)

José Guadalupe Robledo Guerrero.

El primer año de la Presidencia de CSG...
De nada había servido que el Presidente Salinas de Gortari quitara a Sergio Romero Roaro de la dirección de AHMSA al inicio de su gobierno, pues la paraestatal acerera seguía en las mismas con su nuevo director, Eugenio Laris Alanís, el contratismo, la corrupción y el porrismo estaban a la orden del día. Salvador Kamar, Harb Karam, Benigno Franco Coronado y otros “notables” monclovitas seguían saqueando a Altos Hornos a través de millonarios contratos de obras que realizaban sus empresas constructoras, con las que habían amasado una fortuna de la noche a la mañana.

La forma de operar de dichos constructores era de todos sabido: por ejemplo, conseguían un contrato para reparar un horno de la paraestatal cuya presupuestación se elevaba a cientos de millones de pesos que incluía la mano de obra, materiales, equipos y maquinaria que se utilizaría, pero AHMSA pagaba el 75 por ciento de los trabajadores que se contrataban para la ejecución de la obra y ponía los materiales, equipos y maquinaria que se requerían. Era un negocio redondo, pues además de abultar el costo del contrato, la constructora facturaba a su favor un trabajo que en su mayor parte había sido realizado con recursos de Altos Hornos. Así se enriquecieron los “respetables” hombres de negocios de Monclova.

El porrismo también se había institucionalizado, lo mismo usaban a los porros de AHMSA para reventar asambleas sindicales que para enfrentar a los ciudadanos que protestaban ante las autoridades. Eliseo Mendoza Berrueto, igual que su antecesor José de las Fuentes Rodríguez utilizaron a estos golpeadores cuantas veces quisieron. Incluso con Eliseo uno de los que manejaban a los porros, Fidel Hernández Puente, se desempeñaba como diputado local, por el PRI obviamente. El otro manejador de porros era Vicente Armendariz. Ambos estaban a las órdenes del contratista Salvador Kamar, del Alcalde de Monclova Benigno Franco, del Director de Relaciones de AHMSA Enrique “Gato” Rivera y del gobernador EMB.

En Altos Hornos todo era negocio. Los funcionarios de Relaciones eran los agiotistas que le prestaban dinero a los obreros a cambio del 10 por ciento que se cobraban del mismo préstamo, el “diezmo” como le llamaban los trabajadores. Las denuncias de los obreros sobre estas corruptelas nunca fueron escuchadas, ni aun cuando se hacían del conocimiento del gobierno federal. Todo esto evidenciaba que el Presidente Salinas no tenía intenciones de moralizar, eficientizar y modernizar a AHMSA, sino de dejar caer a la empresa para luego privatizarla.

El primero de octubre de 1989, el país se conmocionó ante la noticia de la muerte de Manuel de Jesús Clouthier “Maquío”, considerado como el más aguerrido político panista, y por lo tanto el más peligroso líder de la oposición. Nadie dudaba que Clouthier se convertiría en el dirigente nacional de su partido, el PAN, y finalmente en Presidente de la República. Al menos así lo decían los analistas políticos. Por lo pronto estaba en primer lugar para la gubernatura de su estado. Su intransigente actitud, su crítica frontal al sistema priista y su alianza con Cuauhtémoc Cárdenas hacía crecer el temor de sus enemigos.

“Maquío” Clouthier, el indiscutible líder de “Los Bárbaros del Norte”, había conseguido notoriedad como candidato presidencial por su discurso opositor a los vicios del sistema y su crítica a la actitud entreguista de la oposición. Clouthier incorporó a su discurso viriles denuncias en contra del narcotráfico. Perdió la vida en un sospechoso accidente carretero. Según la información que se le dio a los mexicanos: El auto en que viajaba “Maquío” perdió el control, dio una vuelta de 180 grados y un camión que venía en sentido contrario se encimó sobre el vehículo del panista.

Lo curioso del caso, es que a ninguno de los columnistas que comentaron el accidente se les ocurrió la posibilidad de un atentado, menos a los reporteros. Todos en un gran acto de fe se hicieron solidarios del informe oficial, incluso los panistas, afirmando que nada había de sospechoso en el accidente donde murió el más destacado panista, quien hasta la fecha no ha podido ser sustituido. Tiempo después, una de las hijas de Clouthier dio a conocer las sospechas sobre la muerte de su padre, pero pronto calló.

Por esos días, en Coahuila se incrementaron los rumores de que Eliseo Mendoza Berrueto podía ser destituido en la gubernatura. Mientras tanto Remigio Valdés preparaba su “reelección” en la UAC haciendo cambios para hacer funcionario universitario al abogado patronal Roberto Arizpe Narro, personaje ligado a los López del Bosque y quien había sido representante legal del Grupo Industrial de Saltillo durante la huelga obrera de Cinsa-Cifunsa en 1974.

También el ex gobernador José de las Fuentes Rodríguez fue un tema obligado en octubre de 1989, pues se especuló que con una inversión promedio -según los especialistas- de 20 mil millones de pesos, había construido una clínica privada, utilizando como prestanombres a su hija y a su yerno, quienes había sido importantes funcionarios en el gobierno de “El Diablo”, a los que no se les conocia riqueza, incluso vivían en casa de renta, pero durante su desempeño como funcionarios públicos si se supo que “desaparecieron” equipos médicos donados a los hospitales de Coahuila, uno de ellos el Hospital del Niño.

En la construcción de la Clínica, “El Diablo” mostró mucho empeño que como gobernador no tuvo con la salud pública. También Guadalupe de las Fuentes exhibió un marcado interés que nunca se le conoció como responsable del DIF Estatal. Y como todos “se tapan con la misma cobija”, Eliseo Mendoza acudió a inaugurar las instalaciones de la clínica, avalando con ello la “legitimidad” del negocio. Pero en la mente de los conocedores estaba claro que su construcción y equipamiento provino de los recursos del erario público que fueron saqueados desde la gubernatura por José de las Fuentes Rodríguez, el famoso “Diablo” pendenciero.

Para estos días, la corrupción mendocista ya se había entronizado en el gobierno de Coahuila, y todos los comentarios hacían suponer que Jesús García López “El Tesorito de Eliseo” era el principal saqueador. Y es que Mendoza Berrueto había traido al Estado todo tipo de parásitos y vividores, entre ellos a su director cultural, un sujeto llamado Gabriel Pereyra, quien decía a todo mundo: “Debemos hacer billetes, hacer negocios, para eso son los cargos públicos”. Como una forma de hacer billetes, Pereyra estaba en las nóminas de varias dependencias como “aviador”, incluso también cobraba como tal en AHMSA.

El Periódico... publicaba la vida y milagros de estos bucaneros venidos del Distrito Federal y de sus iguales coahuilenses, por eso nos ganamos la fama de ser enemigos de los funcionarios, pero la cosa no paró allí. Los corruptos comenzaron a realizar algo que en lo personal nunca he tolerado: recoger los ejemplares del periódico. Remigio fue el primero que lo hizo a través de sus deshonestos funcionarios, un tal Ricardo González Machado, seudo director de “Relaciones Públicas”era el encargado de mandar recoger nuestro periódico, luego se sumaron otros iguales, hasta el tesorero universitario Francisco Javier Duarte Villegas le entró con lo suyo.

Y mientras eso sucedía en Coahuila, en el Estado vecino de Nuevo León, el Presidente Salinas se comprometía a dotar de agua a Monterrey con la construcción de la presa de “El Cuchillo”. Allá el gobernador era su amigo: Sócrates Rizzo, aquí el gobernador era un don nadie, “El nalgas polveadas” como le decía Flores Tapia, por ser próclive a las preferencias homosexuales. Por ello se hacía rodear de mancebos que lo pudieran atender a todas horas y en cualquier parte.

Todavía no terminaba el escándalo de un fraude a campesinos con aspiraciones de braceros en donde estuvo involucrado el director de Turismo, Jesús Castilla Sánchez, cuando apareció otro caso similar en Coahuila. Resulta que el entonces director de la Policía Judicial, Ángel Joaquín Lugo Castañeda, detuvo a dos jóvenes migrantes originarios de Múzquiz, Coahuila que volvieron a su estado natal porque andaban huyendo de la justicia norteamericana, debido al asesinato de dos estadounidenses.

La acusación contra Lugo Castañeda era que -sin ningún trámite legal- había entregado a los dos detenidos a la policía de Estados Unidos a cambio de un pago de 80 mil dólares por el servicio, y aunque este tipo de acciones se hacen desde siempre, el director policiaco fue descubierto, debido a que la madre de uno de los asesinos detenidos denunció el hecho ante el Presidente Salinas. Por eso el caso salió a la opinión pública y por órdenes presidenciales, Mendoza Berrueto destituyó a su director policiaco, incluso lo encarcelaron.

En el gobierno de Mendoza Berrueto los asuntos de corrupción estaban a la orden del día, por eso se rumoraba que Eliseo abandonaría la gubernatura, que Salinas lo destituiría, pues no era de las simpatías presidenciales. EMB desde un principio fue un pésimo gobernador, como fue un mediocre subsecretario del gobierno federal, nunca pasó de ese nivel. Por eso, las únicas grandes obras que se recuerdan en Saltillo del sexenio mendocista son dos: La plaza tlaxcalteca y la joroba 40-20 como la bautizaron los saltillenses, debido a que sólo transitaban 40 vehículos por abajo y 20 por arriba. Algo que dibuja aquel momento, es un pequeño poema que publicamos en El Periódico... del compañero Rogelio Gaytán Dávila:

Nos visitó el Presidente/lo cual resulta elocuente
no se extrañen mis paisanos/de que salga mucha gente.
Piedras Negra y Rosita,/Acuña, Saltillo y Torreón,
no contemplaron Monclova/por no ver tanto “ratón”.

Quizás para fortalecer a los saqueadores monclovitas, Eliseo Mendoza rindió su Segundo Informe de Gobierno en la ciudad de Monclova. EMB tenía muchas coincidencias con el grupo que dominaba la región centro de Coahuila, encabezado por Salvador Kamar Apud y Sergio Romero Roaro: Se la habían jugado con Alfredo del Mazo (“El hermano que nunca tuve”) y le habían dado a Eliseo cuantiosos recursos para su campaña política.

Por eso Mendoza Berrueto “no se tentó el corazón” para sacrificar a Enrique Neaves Muñiz, sacándolo de la Alcaldía monclovense luego de que ganara las elecciones, para colocar en su lugar a Bernigno Franco Coronado que ni siquiera era militante del PRI, pero era el recomendado de sus generosos y corruptos amigos monclovitas. Quizás por todo esto, en la visita del Presidente Salinas a Coahuila, Monclova no fue considerada dentro del recorrido presidencial. El Presidente no fue a Monclova, pero el gobernador se llevó a Monclova los poderes del Estado para rendir su Segundo Informe de “Gobierno”.

Romeo Flores Caballero fue otro de los corruptos forasteros que llegaron del Distrito Federal con Mendoza Berrueto, quien lo envio a Monclova como Delegado Especial del PRI estatal, es decir como su gerente de negocios. Flores Caballero y EMB eran socios desde la Subsecretaría de Comercio, cuando Romeo con anuencia de Eliseo puso una oficina en donde se traficaba con permisos federales. Durante la campaña política de Eliseo, Flores Caballero fue denunciado por vender al mejor postor las candidaturas a las alcaldías coahuilenses. Alguna vez un reportero le preguntó a Eliseo ¿Por qué sigue Romeo Flores Caballero en Monclova?, “porque es mi amigo”, contestó ufano el gobernador.

Según se decía, Mendoza Berueto era próclive a realizar negocios a la sombra del poder, y dos de sus giros favoritos de aquel entonces eran los equipos computacionales y las inversiones bursátiles. En su segundo año de “gobierno”, la situación económica de los ayuntamientos coahuilenses era insostenible: carecían de recursos y estaban llenos de deudas, y por si fuera poco los alcaldes mendocistas eran exageradamente corruptos.

Pero el Tesorero estatal, Jesús García López “El Tesorito de Eliseo”, sólo atinaba a decir: “Entregamos puntualmente las participaciones... a los alcaldes les falta creatividad... son incapaces de administrar sus municipios”. Por otra parte se decía confidencialmente que Eliseo ordeñaba las participaciones, que no les entregaba las participaciones a tiempo ni completas. Meses después, con la destitución del alcalde saltillense Eleazar Galindo Vara se sabrían muchas cosas sobre el asunto de las participaciones municipales, básicamente sobre la grosera corrupción gubernamental del “nalgas polveadas”.

A finales de noviembre, a pocos días de que el Presidente Salinas cumpliera su primer año en la Presidencia, entrevisté a uno de mis amigos monclovenses: Humberto Flores Cuéllar, que ya para entonces era un destacado político. Flores Cuéllar era un panista aguerrido, contestario y “sin pelos en la lengua”. Había logrado connotación política en el “gobierno” de José de las Fuentes, cuando éste le ordenó a uno de sus funcionarios que metiera a la cárcel “a ese cabrón que se cree muy chingón”, refiriéndose a Humberto Flores Cuéllar.

La razón por la que “El Diablo” quería encarcelar a Flores Cuéllar, era porque lo criticaba constantemente, sobre todo después que mandara golpear en Monclova al panista Rosendo Burciaga, hermano de Lorenzo y luego del conflicto en Piedras Negras, cuando los panistas quemaron la Presidencia Municipal. El pretexto era un cheque rebotado que había emitido hacía tiempo Flores Cuéllar por una cantidad irrelevante que alguien les había dado. De las Fuentes fracasó en su objetivo, Flores Cuéllar supo a tiempo lo que querían hacerle y lo denunció, y se defendió a su manera: atacando. Allí lo conocí y nos hicimos amigos, pues periodísticamente me puse de su parte.

Durante el sexenio mendocista, Flores Cuéllar fue el opositor más destacado de Eliseo Mendoza Berrueto en el medio político. Sus declaraciones le dieron un lugar preponderante en la prensa coahuilense, y le había acarreado la simpatía desinteresada de algunos periodistas, sobre todo de los críticos. Durante los primeros tres años del “gobierno” de Eliseo, Flores Cuéllar se desempeñó como diputado local por el PAN, y se había ganado el título de ser “la única voz independiente en el Congreso de Coahuila”. Humberto siempre se manejó con amabilidad, sencillez y respeto con los reporteros. Cuando le solicité la entrevista periodística me dijo: “Tú sabes que no sé hablar, se me agolpan las ideas, paso de un tema a otro, pero contigo no hay problema, preguntame, yo hablo y tú le das forma”.

En la entrevista, las respuestas de Humberto Flores Cuéllar convalidaron las informaciones que El Periódico... publicaba sobre Eliseo Mendoza Berrueto: “El elitismo del gobernador le impide medir el costo de los derroches”. “Se protege a los alcaldes porque aportaron dinero para la campaña de Eliseo”. “Romeo Flores Caballero recibió dos suburban y 500 millones de pesos por la alcaldía de Monclova”.”La mejor solución para Coahuila es que renuncie Mendoza Berrueto”. “Javier Blackaller Williamson es prestanombres de Eliseo”. “El PAN pedirá que la federación realice una auditoría al gobierno de Coahuila”.

Por aquellos días también tuve mi primer encuentro amistoso con Jorge Masso Masso. No recuerdo quién fue el intermediario para que me invitara a comer, pero asistí. Para esas fechas Masso ya había abandonado la dirigencia del PARM, y como hijo pródigo había retornado al PRI. Conocía a Jorge Masso a través de sus enemigos. De Masso me habían hablado Flores Tapia, Luis Horacio Salinas y José de las Fuentes, entre otros más.

Por mi parte yo sabía que Masso pertenecía al grupo que giraba en torno al periódico Vanguardia, y que era uno de los que financiaban a su propietario Armando Castilla Sánchez, a ese grupo pertenecían: Los López del Bosque, Jorge Masso, Oscar Villegas Rico, Mario Eulalio Gutiérrez, y otros semejantes, quienes presumían haber “tumbado” a Oscar Flores Tapia de la gubernatura. A pesar de que todos eran “notables”, ninguno resistía un análisis de honestidad. Los negocios eran su fuerte, más los que hacían con el gobierno.

Jorge Masso andaba buscando quien lo relacionara con los salinistas, ese nuevo grupo político que irrumpió en la política nacional con Carlos Salinas de Gortari, y del que nadie esperaba que ganara la Presidencia de la República. Masso sabía que el salinismo pronto gobernaría a Coahuila, y quería prepararse. Ese y no otro fue el motivo de su invitación...

(Continuará).
La mitad del “gobierno” mendocista...

 
robledo_jgr@hotmail.com